“Tener un parto respetado no es una opción, es un derecho”: conferencista
No hay motivo para programar o adelantar un proceso de parto, puesto que el bebé todavía no está disponible para nacer, situación que ocurre comúnmente como parte de una violencia obstétrica, señaló Ana Gabriela Torres Muñoz, especialista en Ginecología y Obstetricia.
La violencia obstétrica se puede categorizar en dos tipos, tanto física como psicológica; en la primera puede haber cortes o daños que se hacen al cuerpo; mientras que en la psicológica, una mujer no olvidará cómo la trataron en el momento del parto, incluso se suelen utilizar frases como: “Le estás haciendo mal a tu bebé, bien que te gustó o mamita. Eso nunca se les debe decir”.
La especialista señaló que el momento del parto puede influir en la vida futura del bebé, por tal motivo es importante que el enfermero atienda a la paciente sin importar el conocimiento que posee para ayudar a las mujeres embarazadas, “los enfermeros tienen la obligación de proporcionar toda la información y que sean las mujeres las que decidan lo mejor”.
En México “nos enfrentamos a serios obstáculos para ejercer los derechos reproductivos. Tipificar la violencia como delito no es idóneo para evitarla, si no se arranca de base el problema. Tener un parto respetado no es una opción, es un derecho”, agregó Torres Muñoz.
Es importante que a la mujer se le informe sobre sus derechos en el parto, además que cuando el bebé nazca se tenga contacto piel a piel con la madre y evitar en la medida de lo posible darle leche de formula.
Recalcó además que una mujer que tuvo un parto no está enferma, se tiene que tratar como una persona con salud, “no se debe de subir a una silla de ruedas o dejarla en cama a menos que ella así lo pida”.
Texto y fotografías: Hilda Becerra