5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente

Para el 2020, el tema es la biodiversidad –motivo de preocupación, tanto urgente como existencial-

A pesar de ser nuestra casa, el planeta tierra es atacado desde distintos frentes: se contamina el aire, el agua, los suelos. La Organización de las Naciones Unidas, ONU, señala que la deforestación, la invasión de hábitats de vida silvestre, la agricultura intensiva y la aceleración del cambio climático han alterado el delicado equilibrio de la naturaleza. Se necesitarían los recursos de 1,6 planetas Tierra para satisfacer la demanda de los humanos cada año. Si continuamos en este camino, la pérdida de biodiversidad tendrá graves consecuencias para la humanidad, incluido el colapso de los sistemas alimentarios y de salud.

La biodiversidad es la base que sustenta la vida en la tierra y bajo el agua. Tiene impacto sobre todos los aspectos de la vida humana. Cambiar o eliminar un elemento, cualquiera que sea, de esta red de vida, afecta todo el sistema y puede producir consecuencias negativas e irreparables.

La ONU indica que la aparición del COVID-19 ha puesto en evidencia que cuando destruimos la biodiversidad destruimos el sistema que sustenta la vida humana. Alrededor de un 75% de todas las enfermedades infecciosas emergentes en humanos son zoonóticas, lo que significa que se transmiten de animales a personas.

La cosmovisión wixárika nos enseña que debemos salvaguardar el medioambiente, al considerarlo como un componente sagrado para la humanidad. El licenciado Isidoro Félix Hernández, estudiante y administrativo del CUNorte, nos explica esta conexión con el mundo wixárika:

Witari memie ta teukarima yakatixai ta yeyeuma pau metate k+ +kitiwa kename waniu ta kiekaritsie me te xuawe yuheyemek+ waikawa me te ha ya ´axe, ´ite+rite yat+ni  ´etsiwa tete wa reu tewa, m+k+ waniu ta ´iwama ta kaka+ma me h+k+ wa hetsie tete ha wiya, hayumieme waniu temu ti teukaritsiwatsie wa hap+ tete ku ter+war+wa, pau tete ku h+awar+wat+ kename uxawarie naime tete iwayani ta kiekaritsie ti xuawe,  ta iwama ta kaka+ma teka wara t+t+maiyanik+.

 

A través de los años nuestros abuelos y padres nos han inculcado valores morales y espirituales para honrar a nuestra madre naturaleza, valores heredados por generaciones que forjan conocimientos. En este sentido, los wixaritari consideramos a la madre naturaleza como un componente sagrado parte de la familia, pues cada elemento que conforma la biodiversidad (tierra, plantas, animales, etc.) representan nuestras deidades, las flores que aroman en el aire son nuestras hermanas, el agua que corre por los ríos y arroyos no es solo agua, sino que también es la sangre de nuestros ancestros. Hemos vivido en armonía con la naturaleza, pues desde pequeños nos bautizan ante las deidades asignándonos nombres con estrecha relación a los elementos de la madre naturaleza.

 

Haixama

Hawima

Xukurima

Tutukipa

Hayurima

T+kiema

Fuente de agua

Nube

Jícara sagrada

Recolector de flores

Agua bendita

Polen de maíz